sust. masc.
1) Astronomía. Cuerpo sólido celeste que gira alrededor de una estrella y que se hace visible por la luz que refleja. En particular los que giran alrededor del Sol.
2) Astronomía. Cualquiera de los cuerpos celestes, de tamaño considerable, que giran en órbita en torno de un astro y que generalmente brillan por luz refleja. Los planetas de nuestro sistema solar (del sistema de la estrella Sol) son: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Numerosos astrónomos consideran a algunos de los satélites de mayor tamaño, como Titán y la Luna, como planetas.
3) poco usado Astronomía. Satélite, astro que gira alrededor de un planeta primario.
sust. fem.
1) Liturgia. Especie de casulla con la hoja de delante más corta que las ordinarias.
2) germanía Candela, vela.
Nota ampliatoria:
El sistema solar tiene 9 planetas Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter Saturno, Urano, Neptuno y Plutón y 1.654 pequeños planetas o asteroides, que circulan en torno al Sol siguiendo órbitas elípticas poco excéntricas situadas casi en un mismo plano y recogidos por las leyes de Kepler Todos, excepto Plutón, circulan dentro de la zona llamada eclíptica. Se clasifican en interiores o inferiores (Mercurio y Venus) y exteriores o superiores (los demás), según su órbita sea interior o exterior respecto a la Tierra. En el cielo, a simple vista, se distinguen de las estrellas en que no centellean como éstas. Por su constitución física los planetas son de tipo terrestre (de Mercurio a Marte, pequeños, sólidos, densos, con rotaciones superiores a 24 horas) y de tipo joviano o gigantes (de Júpiter a Neptuno: grandes, más o menos gaseosos, poco densos, con rotaciones inferiores a 16 horas). Plutón parece del primer tipo, pero debido a su lejanía, se conoce poco de el. La mayoría de los asteroides circulan entre las órbitas de Marte y Júpiter. Respecto a las atmósferas planetarias y a su composición, cabe decir que Mercurio, como la Luna, carece prácticamente de ella; la de Venus contiene gran proporción de anhídrido carbónico; la de Marte nitrógeno, algo de anhidrido carbónico y muy poco oxígeno; las de Júpiter y Saturno, metano, amoníaco e hidrógeno; las de Urano y Neptuno, metano y quizás amoníaco. La observación de las atmósferas planetarias, en comparación con la terrestre, ha llevado a los astrobiólogos a la conclusión de que nuestra atmósfera es producto de la vida, y no, como se suponía antes, la vida un producto de las condiciones que a priori hubiese tenido el planeta. De acuerdo a los cálculos efectuados mediante grandes computadoras, respecto de la evolución química natural de la atmósfera terrestre, sin concurrencia de un factor nuevo y distinto, como la vida, la composición química de la Tierra sería intermedia entre la de Venus y Marte, como muy poco oxígeno y nitrógeno en libertad, y la vida como se presenta en la actualidad seria imposible en nuestro planeta. Mercurio, Venus y Plutón carecen de satélites. Fuera del sistema solar se supone la existencia de planetas girando alrededor de algunas estrellas, por las perturbaciones que se observan en las órbitas de algunas estrellas dobles.